Resumen de No.6 Beyond - Shion

Y aquí tenéis la tercera parte de la nueva novela de No.6 (La segunda parte está aquí.)
Como ya sabéis, es la traducción (algo más resumida) del resumen de September Scanlations, cuyo original podéis leer aquí.
Os aviso de que hay algunas partes chocantes y muchas partes tristes en este capítulo.
Y por supuesto, os animo a comentar y compartir vuestras opiniones. Me interesa saber qué pensáis de este capítulo y comentarlo con vosotros.

Fuera está lloviendo. Es un calabobos, pero Shion no lleva paraguas, y cuando llega a casa y se toca el pelo, se da cuenta de que está más mojado de lo que pensaba. La primavera acaba de comenzar y se resfriará si no se seca pronto. Sin embargo se queda de pie frente a la puerta, frío y cabizbajo. No quiere ver a su madre ahora mismo.
Se queda mirando la vieja puerta que está perdiendo la pintura. Shion le ha dicho a su madre que debería comprar una puerta nueva, pero ella siempre se ha negado a cambiarla, desde que llegaron de Chronos.
Ya hace más de un año desde que la ciudad-estado conocida como No.6 fuera destruida. Aún es algo caótico, pero todo el mundo se esfuerza en cumplir las nuevas normas impuestas a los ciudadanos de No.6 y a los que viven en el exterior. La gente del interior había abrazado una nueva vida sin el gobierno totalitario de No.6, pero se sentían apegados a sus comodidades y temían que se les despojara de ellas. Los de fuera culpaban a los habitantes de No.6 de todo lo sucedido y esperaban una compensación. El Comité de Reconstrucción está en el centro de todo ello, intentando garantizar la seguridad y el bienestar de No.6 (al parecer quieren cambiarle el nombre, pero no han tenido tiempo, y además las otras ciudades la reconocen por ese nombre aún, así que es complicado). El Bloque Oeste es ahora un distrito especial, y se están esforzando en enviarles alimentos y demás productos de primera necesidad. El Comité consta de 12 miembros, ciudadanos de No.6 y representantes de sus respectivos bloques. Son los jefes de cada uno de los 12 subcomités que están a cargo de los distritos. Shion es el más joven de los miembros del Comité.
Todo ha cambiado, y posiblemente todo vaya a peor, pero esa puerta nunca cambiará, y eso le hace pensar en que por mucho que cambie el mundo a nuestro alrededor, algunas cosas nunca cambian.
"Shion, no quiero que cambies nunca".
Recuerda las palabras que Nezumi le susurró.
"¡Lucha, Shion! ¡Enfréntate... a ti mismo!"
No había sido una orden, sino una súplica. Nezumi le había pedido que nunca cambiara, pasara lo que pasara.
Me pregunto... si puedo cumplir lo que Nezumi me pidió.
Shion recuerda el día de la cacería. Aún lo recuerda perfectamente: los gritos, la desesperación, todo lo que sucedió después... Abre los ojos y mira al cielo. Las gotas de lluvia caen sobre su rostro. Está vivo y quiere gritarlo.
Nezumi, estoy vivo.
Se lo dice al cielo sin estrellas.
Estoy vivo y te estoy esperando. Incluso en los abismos del más profundo infierno, tus palabras, tu mirada, tus gestos y tus sentimientos me atrajeron y me apoyaron. Y por eso pude sobrevivir. Por eso estoy vivo ahora.
¿Puedes oírme, Nezumi?
Estoy vivo.
Shion oye el ladrido de un perro, y sorprendido, entra en casa. Inukashi y Rikiga le dan la bienvenida. Siguen igual que siempre, peleándose y metiéndose el uno con el otro, pero con mucha menos inquina que antes. Shion se ríe a carcajadas por primera vez en mucho tiempo, y Karan aparece para ver qué pasa y pedirles que no hagan tanto ruido, pues lleva al bebé en brazos. Hace un comentario sobre lo grande que está ya, e Inukashi comenta que ya corretea por ahí con los perros y todo, mientras le da un beso en la frente al pequeño Shion.
Karan comenta lo bien que Inukashi cuida del bebé, y le dice que a pesar de que ha visto muchos bebés a lo largo de su vida, esta es la primera vez que ve uno que parece estar feliz incluso mientras duerme.
-¿Lo dices en serio, mamá Karan?
Karan insiste en que lo dice en serio, ya que nota que el bebé confía plenamente en Inukashi, y que Inukashi nunca traicionará su confianza. Y que eso es lo que hace que una persona sea un buen padre o una buena madre.
-Al principio odié a Shion por haberme cargado a mí con el bebé. Pensé que sería una carga inútil y que sería mejor ignorarle.
-Lo siento, sé que fue muy egoísta por mi parte, pero eras la única persona a quien se lo podía pedir. Pensé que tú sí que podrías hacerte cargo de él.
-Shion... ¿quiere eso decir que confías en mí?
-Sí
No es una mentira, Inukashi era la única persona en la que Shion pudo pensar cuando se encontró con el bebé durante la cacería.
-Así que confías en mí y yo no he traicionado tu confianza, ¿no?
-En efecto. Y seguramente...
Y seguramente Nezumi pensaba lo mismo. Él creía en ti, confiaba en ti.
Shion se traga sus palabras. No quiere hablar de Nezumi.
Rikiga se siente ofendido porque Shion confiaba más en Inukashi que en él. Inukashi le dice que seguramente habría vendido al bebé si Shion se lo hubiera dado a él, y Karan se asusta. Rikiga le explica que ha tenido algunos negocios turbios, pero que jamás habría participado en algo tan horrible como el tráfico de niños. Karan lo acepta, y Rikiga dice que lo único que le importa es que ella sí confíe en él. Karan se sorprende, pues Rikiga antes no era así ni hablaba de ese modo, e Inukashi la anima a que siga tratando mal a Rikiga. Por supuesto, Inukashi y Rikiga vuelven a pelearse, y Karan intenta tranquilizarles mientras pone al pequeño Shion en una cuna.
Shion se fija en una pequeña placa dorada que hay en la cuna, donde pone "A mi querido hijo Shion".
Shion nunca la había visto antes, y Karan explica que esa cuna es una de las pocas cosas que se trajo de Chronos cuando les echaron, y que la había mantenido oculta en el almacén hasta ahora, porque el padre de Shion la había construido. Shion se queda sin respiración.
-¿Mi padre? ¿Era... un artesano?
Karan esquiva su mirada y aprieta los labios.
-No... era un geólogo. Un hombre excelente al que eligieron como parte del equipo encargado de la reforma.
El grupo que había creado No.6, del cual formaban parte el alcalde que solo quería poder, los científicos que querían controlar a Elyurias, e incluso Rou... Shion se siente confuso. Su padre era miembro de ese grupo, pero su madre siempre le había dicho que a él solo le importaban el dinero y las mujeres, y también que a pesar de eso, era honesto y amable. Karan explica que todo era cierto: gastaba todo su dinero en cuanto lo ganaba, tenía relaciones con cualquier mujer que fuera de su tipo, e incluso había seguido teniendo amantes después de casarse con Karan. Rikiga se queja de ello, e Inukashi comenta que el padre de Shion parece tan malo como Rikiga, lo cual ofende a Rikiga, que insiste en que si él estuviera casado dejaría el alcohol y se dedicaría por completo a su pareja.
Inukashi no le cree, pero lo que más le cuesta creer es que una persona así fuera el padre de Shion. Karan comenta que Shion ha heredado sus habilidosas manos, ya que él mismo había tejido la manta y la ropa que ahora usa el pequeño Shion.
Es la primera vez que Shion escucha tantas cosas sobre su padre. Siempre había creído que a Karan le dolería hablar de él. Inukashi le pregunta a Karan si aquellas mujeres fueron la causa de que el padre de Shion les abandonara. Kara piensa en ello, y admite que quizá hubiera tenido algo que ver. Ambos eran jóvenes y Karan estaba harta de su comportamiento, pero el hombre había cambiado tras el nacimiento de Shion. Dejó el alcohol y dejó de ver a otras mujeres, así que Karan cree que la razón tuvo que ser otra.
-Porque No.6 había cambiado.
Karan parece sorprenderse al escuchar la voz de Shion, y le pregunta si acaso lo sabía.
-Esa es la impresión que me da.
Karan continúa diciendo que sí: él se había dado cuenta de que No.6 estaba cambiando demasiado y demasiado rápido. Algunos miembros del equipo se habían marchado o les habían obligado a dimitir. Es posible que estuviera asustado. Un buen día, un mes después de que naciera Shion, le dijo a Karan que se marcharían juntos de No.6, que aún había tiempo pero que si no lo hacían pronto quedarían atrapados para siempre. Karan supone que en aquel momento él ya sabía lo que iba a pasar.
-Pero tú te negaste, ¿no?
-Así es, no podía irme con él. No podía creer en lo que decía. Le pregunté adónde iríamos y me dijo que no sabía... y entonces sonrió. Dijo que estaría bien ser como el viento e ir a donde quisiéramos.
Pero irse vagabundeando por ahí con un bebé de un mes no le pareció muy cabal a Karan, que no confiaba en que pudiera protegerles de los peligros que pudieran encontrar. No mejor que No.6.
-Aún sigo preguntándome si tomé la decisión correcta aquel día. En aquella época confiaba en No.6 y empezaba a depender de la ciudad.
Ahora no tiene ni idea de dónde podría estar, ni si vive o está muerto, pero conociéndole, supone que estará viviendo tal y como quería.
-Shion... ¿quieres ver a tu padre?
-No... desde que tengo memoria, tú lo has sido todo para mí, y no le echo de menos. Tan solo es que me resulta extraño...
-¿Extraño?
-Es extraño... que de pronto hables tanto de él. Nunca antes me habías dicho nada.
Rikiga no puede aguantarse más:
-E-entonces... eh... ¿no puedes olvidar a tu marido o algo así? Estás... ¿esperando a que vuelva? ¿Es eso lo que sientes? Porque...
-No... no le estoy esperando, Rikiga. Es alguien de mi pasado y nada más. Aunque, por supuesto, deseo que se encuentre bien.
-¡Claro que sí! No es bueno dejarse atar por el pasado. Si tienes que atarte a algo, ¡que sea al futuro! ¡El mañana es más importante que el ayer!
-Sin duda.
Karan explica que valora más a aquellos que están en su presente y su futuro que a aquellos que están en su pasado, y que por eso les ha invitado a cenar en su casa esa noche. Porque son los amigos de su hijo, y por tanto son amigos muy especiales para ella también. Dicho esto va a por la cena, y Shion e Inukashi van a ayudar, pero Rikiga parece estar preocupado.
-Me ha llamado su amigo, así que eso es todo lo que soy para Karan...
Inukashi y Shion se miran y le preguntan si lo de declararse iba en serio. Rikiga responde que por supuesto, que su trabajo va bien y ha ahorrado dinero para poder hacer feliz a Karan. Shion elogia su capacidad de trabajo, y Rikiga le agradece que le vea como un buen marido para Karan.
-¿Eh? Espera, eso no es lo que quería... Mmm... es decir, no creo que mi madre quiera volver a casarse. Hace poco dijo que le gustaba cómo estaban las cosas ahora, y que quería seguir trabajando aquí durante toda su vida.
Daba igual lo que pasara en el resto del mundo, Karan seguiría horneando pasteles en ese lugar. Era otra de las cosas que nunca cambiarían.
"Tu madre... es increíble".
Shion recuerda las palabras de admiración de Nezumi.





El día en que todo acabó... o más bien el día en que comenzó todo... habían vuelto a duras penas a la casa de Karan, cansados, heridos y destrozados. Se habían abrazado con prisas al reencontrarse, y luego ambos habían caído derrotados sobre la cama. Se habían dormido juntos, profundamente, hasta bien entrada la mañana siguiente.
Cuando Shion se despertó, Nezumi ya no estaba ahí. Su manta estaba pulcramente doblada al lado de la cama. Shion deja caer su puño sobre la manta, sin poder controlar los sollozos que escapan de sus labios.
Nezumi... se ha ido.
Igual que cuatro años atrás, cuando la tormenta había amainado, Nezumi desapareció de su lado. En aquel entonces acababan de conocerse, apenas sabían nada el uno del otro, pero esta vez era distinto.
Aún había cosas que Shion no podía comprender, cosas que no entendía, pero... esto sí lo había sabido. Sabía que iba a pasar, y a pesar de eso habían vivido juntos. Sin pasado, sin futuro, solo el presente.
Pero aún así... te has ido sin decirme nada...
Shion negó con la cabeza. No, eso no podía ser. No después de todo el tiempo que habían estado juntos, de todo lo que habían pasado juntos... Nezumi no se habría ido sin decir palabra. La relación que tenían no era así.
En ese momento olió el café y el pan horneando y salió de la habitación.
-Vaya, vaya, así que por fin el príncipe se ha despertado.
Nezumi sonríe con una taza de café en la mano.
-Aunque claro, yo también me acabo de levantar.
A Shion le cuesta mucho mantener la compostura. Le pregunta a Nezumi qué tal se encuentra, y Nezumi admite que aún está recuperándose, aunque se siente mejor. Al fijarse en el estado en el que están ambos, aún sucios, con las ropas rasgadas y manchadas de sangre, comentan que es extraña tanta calma después de lo que ha pasado.
-Y ahora, Majestad, ¿prefiere darse un baño, o que le prepare una taza de café?
-Es todo un honor que tú me prepares el café.
-Tu encantadora madre me ha invitado a un pan delicioso. Así que no me importa invitarte a probar mi café.
Karan había estado toda la mañana horneando pasteles, convencida de que si eso era lo único que podía hacer, pues pasteles hornearía. Algo muy típico de Karan, confirmó Shion.
Nezumi deja su taza y fija la mirada en la blanca pared. Sus ojos ya no sonríen, solo se ve oscuridad.
-Tu madre... es increíble.
Nezumi había susurrado esas palabras con voz rebosante de admiración. Le maravillaba ver lo fuerte que era, y se preguntaba cómo había podido sobrevivir todo este tiempo como ciudadana de No.6.
Nezumi prepara el café y se disponen a hacer un desayuno tardío. Nezumi le dice a Shion que debe descansar durante todo el día y no pensar en nada. Comen juntos, y charlan sobre pasar los días tranquilamente comiendo pasteles y haciendo el vago por ahí. Nezumi le pasa una taza de café a Shion.
-Un café cargado y con mucha leche, tal y como prefiere su majestad.
-¿Eh? Pero nunca antes hemos tomado café, ¿cómo sabes que me gusta así?
-Simplemente lo sé. Ya te lo dije, ¿no? Que eres tan fácil de leer como un libro abierto, y mucho más difícil de comprender.
-Podría decir lo mismo sobre ti.
-Pero yo no soy tan pesado como tú.
-Mira quién fue a hablar, eres la última persona que debería decir eso.
-¿Y por qué soy tan pesado, eh?
-Si me pongo a explicarlo, tardaría hasta mañana por la mañana.
-Bien... me quedaré contigo hasta mañana por la mañana, así que soy todo oídos.
-Por mí está bien.
Shion tomó un sorbo de café. Sabía tan delicioso como Nezumi había anunciado.
-Te enfadas por las cosas más nimias, pero cuando creo que vas a ser tan cabezota como un niño, te das media vuelta y lo piensas todo detenidamente y te obsesionas con todo. Cambias de humor muy rápido, en un minuto puedes pasar de estar de muy buen humor a estar de muy mal humor. ¡No se puede ser más pesado!
-Ooooh, ya veo. Así que nos hemos vuelto mordaces, ¿eh? Entonces, Shion, si me permites...
-Por supuesto, yo siempre soy un caballero.
-Oh, oh... Los que dicen que son caballeros nunca lo son, ¿sabes?
-¿Así que tú no crees que seas respetable?
-Eh... bueno, yo creo que soy una persona respetable, pero... Mecachis, te has vuelto demasiado bueno con tus réplicas.
Esas bromas sin sentido, el ambiente tranquilo, el sol poniéndose por la ventana... todo fue tan hermoso... La calma entre la tormenta que acababa de pasar y la que estaba por venir. Un hermoso recuerdo que Nezumi le había regalado.



Pero Nezumi había seguido adelante, y Shion seguía ahí. El destino de ambos se había entrelazado y fundido, y luego se había roto, dividido en dos, y no sabía cuándo volverían a encontrarse.
-Eh, Shion... ¿me ayudas?
-¿Ayudarte a qué?
-Es que... quiero que me ayudes a convencer a Karan de que soy un pretendiente aceptable para ella.
-¿Eh? Pero, yo...
-¡Lo digo en serio! Quiero pedirle que se case conmigo porque estoy seguro de que puedo hacerla feliz. Puede seguir en esta pastelería, ¡incluso podríamos renovar la tienda!
-Ah, la verdad es que no creo que ella quiera. Le gusta la tienda tal y como está.
Rikiga se siente derrotado, parece que no hay nada que pueda ofrecerle a Karan. Inukashi y Rikiga vuelven a pelearse y se van a la cocina a ayudar a Karan.



La cena fue maravillosa, se rieron mucho y hablaron mucho, pero Shion no puede evitar pensar "si tan solo Nezumi hubiera estado aquí..."
Si hubiera estado aquí, se habría sentado delante de Shion, habría elogiado las habilidades culinarias de Karan, y se habría reído de las peleas entre Rikiga e Inukashi. Habría usado el cuchillo y el tenedor con mucha elegancia hasta terminar todo lo que hubiera en su plato, para regocijo de Karan.
-Nezumi, ¿qué estás haciendo? ¿Dónde estás ahora? Hace un año que no te veo...
Rikiga e Inukashi se marchan, y mientras limpian la mesa, Shion le pregunta a Karan por qué les ha invitado esa noche. Karan dice que simplemente quería disfrutar de una cena todos juntos. Al fin y al cabo, Shion últimamente no ha tenido tiempo de disfrutar de una buena comida. A Shion le preocupa que lo haya hecho por él, pero Karan lo niega.
-No es eso, pero... ¿te has dado cuenta, Shion? Últimamente has dejado de sonreír...
-¿Eh?
-Hacía tiempo que no sonreías tanto como esta noche. Supongo que es muy duro estar en el comité de reconstrucción...
Shion le dice que últimamente han pasado muchas cosas, y Karan sospecha que están teniendo problemas con el grupo de Youmin. Karan al final admite que no cree que Youmin sea apto para estar en el comité, y añade que aunque su odio le ayudó a destruir No.6, no le ayudará a reconstruirla. A Shion le llegan sus palabras: si no puedes deshacerte de tu odio y superarlo, no podrás construir nada nuevo.
Karan se lamenta de no haber podido hacer nada por salvar a Safu, pero Shion prefiere cambiar de tema, porque por mucho que hablen de ella, no cambiarán nada. Siempre la recordará, pero no pueden hacer nada para cambiar lo ocurrido. Karan continúa hablando de Youmin y le cuenta a Shion lo que sabe de él.
-Shion... ¿lucharás contra Youmin?
¿Luchar? ¿Es Youmin su enemigo? Es cierto que el grupo de Youmin está consiguiendo mucho poder en el comité... debería hacer algo, cualquier cosa.
-Shion... has perdido peso. Si es muy duro estar en el comité, deberías dejarlo. Seguro que puedes ganarte la vida de otra forma. ¿No decías que querías trabajar con niños? ¿Por qué no buscas algo que tenga que ver con ese campo?
Shion niega con la cabeza.
-No... aún tengo cosas que hacer. Me dijeron que no huyera, que debía quedarme aquí, que tenía trabajo que hacer. No quiero darle la espalda a esas palabras.
Karan no le pregunta quién le ha dicho esas palabras, sino que se limita a mirar a su hijo fijamente.
-Todo habría sido más fácil si hubieras salido a tu padre y te hubieras ido a vivir tu vida como te plazca.
Shion se da cuenta de que por eso ella había sacado el tema antes.
No puede ser... no puedo vivir como lo hizo mi padre.
"Shion... no huyas".
Las palabras de Nezumi me dan fuerzas. Nezumi nunca había huido, no se alejó de su destino ni de la verdad. Safu y los demás me han confiado esta ciudad, no puedo traicionarles. No es por los demás, tengo que luchar para poder quedarme.
Se agacha para besar a Karan en la mejilla.
-Me voy a dormir. Buenas noches, mamá.
-Buenas noches.
Karan parece haberse esforzado en decir esas palabras.




Un ratón está hecho un ovillo sobre la cama.
-Tsukiyo...
El ratón contesta al saludo de Shion, pero no hace ademán de ir a comer el pan y el queso que le ha traído. Shion le acaricia mientras recuerda a los tres ratoncitos que vivían con Nezumi. Shion había dado por sentado que al ser descendientes de los ratones del bosque, vivirían tanto como los humanos, pero Tsukiyo parecía estar envejeciendo. La mayoría de los ratones viven año y medio, quizá dos, y los hamsters viven unos tres años como mucho. Tsukiyo se acercaba al final de su vida lentamente.
-Aguanta, Tsukiyo. Tienes que vivir hasta que vuelva tu amo.
Shion le acaricia y Tsukiyo cierra los ojos, contento.




-¿Qué es esto?
Youmin frunce el ceño mientras mira la pantalla ante él.
-Pruebas. De que has estado desviando fondos de No.6
-¿Que he hecho qué?
-Has estado usando dinero de No.6 para tus propósitos
-Eso es absurdo. Soy un hombre ocupado, hijo. No puedo estar jugando contigo.
-¿Jugando? Hace tiempo que no se controlan los fondos de No.6 porque el sistema de mantenimiento estaba desactivado. Durante ese tiempo han desaparecido un tercio de los fondos, el 60% de los lingotes de oro, para ser exactos.
-¿Y eso es culpa mía?
-Lo es.
-Tienes que estar bromeando. Ciertamente, yo estaba al cargo del mantenimiento de los fondos, pero no esperarás que haya podido estar controlando los lingotes de oro con todo lo que estaba pasando.
Shion aclara que no piensa que lo hayan robado, o no quedaría un 40%. Los ladrones se lo habrían llevado todo. Youmin es la única persona de la que sospecha, pues necesitaba dinero para financiar las actividades de su grupo, y lo más fácil y rápido era robar a No.6. Saca más papeles que prueban cómo Youmin ha transferido fondos a bancos de No.4. Un plan maestro. Es más, los integrantes del grupo de Youmin están recibiendo más dinero que los oficiales de No.6, algo totalmente despreciable.
Youmin piensa que aquellos que han salvado No.6 lo merecen, pero Shion le replica que eso no tienen que decidirlo ellos, sino el comité, y que las acciones de Youmin han traicionado a toda la ciudad.
Dos de los miembros del subcomité de Youmin entran para acusarle de haber cometido fraude sin su conocimiento, pero Youmin insiste en que ellos lo habían aprobado, y que están intentando culparle a él. Sin embargo, Shion se mantiene en silencio.
-Siempre he pensado que eras peligroso. Me equivocé al subestimarte por ser tan joven.
-Todo el mundo comete errores, Youmin. Pero el tuyo te va a costar muy caro.
Shion chasquea los dedos y dos hombres enormes entran en la habitación.
-¿Qué... qué estás haciendo? No irás a ejecutarme en público, ¿verdad?
-Me temo que no. Has ayudado a acabar con No.6, no podemos tratarte de forma cruel. El comité aprobará que recibas una paga de por vida como agradecimiento por tu ayuda... pero perderás el dinero que tienes en No.4, y solo podrás vivir y moverte por los lugares que se te permita.
-¿Y si me niego?
-No podré garantizar tu seguridad.
Youmin le acusa de que va camino de ser el próximo líder totalitario de No.6, y de que ni siquiera Youmin o el anterior alcalde de No.6 podrían compararse con él. ¿Qué pensará Karan de su hijo, al ver que se ha convertido en un monstruo?
Youmin sale de la habitación y sus dos compañeros se apresuran a asegurarle a Shion que no sabían nada de los tejemanejes de Youmin, pero los datos no mienten y prueban que son cómplices del crimen. Shion les asegura que ha borrado todos los datos y que no tiene intención de presentar cargos, pues han ayudado a bajar a Youmin de su puesto. Les anima a seguir trabajando duro por el bien de No.6. Ambos le estrechan la mano y le aseguran que aceptarán cualquiera de sus futuras propuestas, pues creen que Shion es capaz de ser el futuro gran líder de No.6.
Shion se lo agradece, pero insiste en que le da apuro que le elogien tanto. Insisten en que Shion ha sido muy hábil al encontrar las pruebas contra Youmin, y que algo así no podría hacerlo cualquiera. Shion insiste en que simplemente Youmin les había subestimado a todos, pensando que al estar en la cumbre podría hacer lo que quisiera. Pero sus esfuerzos por llegar a lo más alto habían suscitado sospechas.
Los hombres se marchan y Shion se queda mirando la pantalla hasta que los datos desaparecen. En realidad nunca había tenido datos ni pruebas. No había tenido tiempo de investigar para dar con ellos, así que había decidido... simplemente crearlos él mismo. Y lo había conseguido. Shion se pone a mirar por la ventana.
-Qué estoy haciendo aquí...
Construir una sociedad que no se parezca a No.6, crear un país que no mate ni muera. ¿Pero es posible? Las palabras de Youmin resuenan en su mente.
-Qué va a ser de mí...
Shion escucha un repiqueteo. ¿El viento? No, suena como si alguien estuviera llamando en la ventana.
-¿Nezumi?
Abre la ventana de golpe y el aire le aparta el flequillo.
No hay nadie ahí, era solo el viento. Shion cae al suelo y se cubre la cara con las manos.
Nezumi... ¿por qué no vuelves conmigo? ¿Por qué no estás a mi lado? Quiero ver que sigo siendo yo, que sigo siendo el mismo... quiero verlo en tus ojos. Es el único modo en que puedo saberlo.
Nezumi... te echo tanto de menos.
No llora, pero empieza a sollozar, gemir y gimotear. No reconoce su propia voz.
Una alarma no deja de sonar. Finalmente, Shion se levanta y pulsa el botón del interfono. Tiene una reunión de trabajo. Desconecta el interfono y se da la vuelta hacia la ventana, suspirando. Finalmente cierra la ventana y se marcha.