Os traigo otra actualización sorpresa, ya que hoy tampoco tocaba actualización.
Se trata de algo que lleva un tiempo por la comunidad de LJ, pero que tenía algo abandonado hasta que algunas personas me hablaron de ello y me pidieron que lo continuara, tanto en LJ como aquí.
Bueno, pues sin más dilación, aquí os dejo el principio de la novela de Tsuritama. ¡Espero que os guste!
Era como estar en el fondo del mar.
Aunque en realidad nunca había estado en el fondo del mar,
así que no podía saberlo. Simplemente lo parecía. Era esa misma sensación de
cuando te lanzas a la piscina y no puedes oír nada del exterior porque te pitan
los oídos. ¿Qué sería de mí si me quedara
atrapado así para siempre? Siempre le entraba miedo cuando pensaba en ello.
–Muchas gracias por todo.
Yuki Sanada estaba de pie frente a la tarima, y el silencio
le respondió cuando lanzó sus palabras al aire. Aunque en realidad era como si
hubiera hablado dentro del agua, como si su balbuceo se hubiera convertido en
una pequeña burbuja que se hubiera desvanecido al instante.
Ninguno de los estudiantes mostró reacción alguna. Se
limitaron a mirar a Yuki como si estuvieran esculpidos en piedra.
–De todos modos... –dice Yuki desde el fondo del mar–.
Tan solo había sido un estudiante de intercambio durante
tres meses, así que de todos modos se iban a olvidar de él en cuanto saliera
por la puerta. Aunque eso es lo que piensa, no puede librarse de este ritual.
Eso es, esto es un simple ritual. El ritual que debe hacerse cuando un solo
estudiante se cambia de colegio. ¿No lo ha hecho un montón de veces? Debería
estar acostumbrado, pero nunca le salen las palabras al final. Las palabras que
necesita para escapar del agua. Si sigue así, no podrá respirar. Tiene la
impresión de que un simple “muchas gracias por todo” no es suficiente. Para
empezar, no tiene nada que agradecer. Pero no puede decir simplemente adiós. Es
decir, tampoco ha podido hacer ni un amigo, y no tendrá ni un solo recuerdo
bonito de este colegio. No tiene a nadie a quien decirle adiós.
Todos siguen mirando en su dirección.
Es lógico. Dijo “gracias por todo” y “esto...” seguido del
comienzo de una frase, para luego quedarse callado.
Yuki siente que sus miradas atraviesan su cuerpo y su
corazón.
–¡No me miréis así! –grita su corazón a aquellos fríos
ojos–.
No pasa nada. Ahora diré algo. Y en cuanto lo diga, podré
salir de esta clase. Si lo hago, no se acordarán de mí durante toda su vida.
Se escuchó a alguien abriendo un estuche. La clase estaba en
un silencio tan sepulcral, que incluso el estuche sintió vergüenza al haber
hecho ruido.
Los estudiantes miran a Yuki con la cabeza en otra parte. El
profesor mira fijamente hacia el frente. Se siente como un niño que se está
ahogando lejos de la playa, sin nadie que pueda rescatarlo. No puede hacer
nada, pero puede verlo todo, y puede sentirlo todo.
Ya lo sé. ¡Claro que lo sé!
Yuki siente el sudor de sus manos al agarrárselas
firmemente.
Tengo que decir algo.
Pero no se me ocurre nada. Ahh, no me miréis. Os lo ruego.
Los pensamientos de Yuki se convirtieron en una plegaria.
Lo siento, ya no hay
nada más. ¡No tengo nada que decir!
En momentos como ese, Yuki siente los fuertes latidos de su
corazón por todo su cuerpo, y la desagradable sensación de que los músculos de
su cara se están tensando.
Es horrible. Ya viene.
¡Salvadme!
¡Aaaaaahhhhhh!
En ese instante, la expresión de los estudiantes cambió.
Incluso el profesor estaba mirando a Yuki, sorprendido.
Ya no hay nada que hacer. La cara de Yuki no es la misma de
antes. Con una cara así no se puede contestar “qué va” cuando te preguntan si
estás enfadado. Con el ceño demasiado fruncido, los ojos entrecerrados y las
comisuras de los labios hacia abajo rozando el límite de lo humanamente posible,
tiembla como si estuviera lleno de ira por todo lo que le rodea.
Ahhhh, lo he vuelto a
hacer.
En sus diecisiete años de vida, Yuki se había mudado y había tenido que despedirse y cambiarse de
colegio unas seis veces.
Siempre se sentía a punto de estallar y acababa así. Su cara cambiaba tanto, que incluso él mismo se
sorprendía. Una vez se vio en el espejo y se asustó. Eso no soy yo. Es una máscara de hannya
de mala calidad. ¿Cuánto tiempo más voy a estar así?
Yuki cree que aunque no fuera sincero al decir “gracias por
todo”, el resto también son unos mentirosos.
Todos dicen que no tienen amigos, pero en realidad no es
así. Igual que los que dicen que no estudian y luego sacan sobresaliente en
todo. La verdad es que todos han tenido los amigos suficientes como para poder
decir que no los tienen.
Pero yo no soy así. Yo
nunca he tenido amigos. No puedo hablar con la gente. No puedo mirarles a los
ojos. Si alguien así pudiera hacer amigos, sería por un milagro o por brujería.
Yuki saca un smartphone
del bolsillo izquierdo del pantalón y acaricia suavemente la pantalla,
repitiendo la búsqueda. “Mudanza”, “despedida”. Ya conoce la respuesta, porque
lo ha buscado un millón de veces. “Cuando uno se marcha de su dirección actual
para irse a vivir a otro lugar”. “La acción de usar ciertas fórmulas de cortesía
al separarse de una persona o grupo de personas”.
No es que sirva de nada, porque ya se sabe la respuesta de
memoria, pero no puede dejar de buscarlo.
Con la mano derecha se peina violentamente.
También es culpa de este pelo rojo. No es que me lo tiña para
estar a la moda. Es de nacimiento. Tengo el pelo de un color distinto a los
demás, apenas hablo y encima lo último que hago es convertirme en hannya antes
de desaparecer. Así soy yo. Seguro que todos me miraban como si fuera un
extraterrestre.
Hoy hace tanto sol que lo único que quiero hacer es meterme
en algún rincón oscuro. El camión de mudanzas está parado frente a mi casa bajo
un cielo tan azul que parece de pintura barata. Los empleados, que visten un
diseño extrañamente llamativo, sacan las cajas una tras otra.
Y lanzándoles una sonrisa sale mi abuela de casa con una
caja de cartón algo grande.
–No puedes hacer eso, con lo que pesa.
–No te preocupes, es la última.
Yuki le quitó la caja de cartón a su abuela y la subió al
camión. Tratándose de ella, seguro que había estado haciendo cosas a pesar de
que los de la mudanza le habrían dicho que no se preocupara. Su pelo rubio está
algo alborotado. A pesar de parecer más pequeña por su edad, sigue siendo alta
y mantiene su figura. Su nombre es Cate. Por supuesto, no es japonesa. Nació en
Francia. Pero solo habla francés muy de vez en cuando.
–¿Qué tal fue la despedida?
Mi abuela nunca cambiará, siempre me habla con una sonrisa,
sin importar la situación. Es la única persona del mundo con la que puedo hablar
con normalidad. Cuando hablo con mi abuela, no quiero recordar cosas tristes.
No quiero que sepa que a veces mi cara se transforma en eso tan raro.
–Bueno, no fue nada del otro mundo.
Desearía poder contestar algo mejor, pero por alguna razón,
cuanto más me cambio de colegio, más me cuesta.
–Ya veo –a pesar de mi falta de sentimiento, mi abuela
contestó con la misma sonrisa de siempre-.
Después de haber despedido al camión de mudanzas, Yuki se
subió al coche deportivo rojo de Cate y se sentó en el asiento de copiloto.
–Bien, allá vamos, Yuki –dijo la abuela mientras se ponía sus gafas de sol favoritas–.
–Bien, allá vamos, Yuki –dijo la abuela mientras se ponía sus gafas de sol favoritas–.
Eran unas gafas de sol negras con forma de lágrima. Parecía
la protagonista de una película de acción.
–Abuela, ¿cómo es el lugar al que vamos esta vez?
–C’est un bel endroit*.
Seguro que hay un montón de cosas que hacer –dijo la abuela mezclando el
francés y el japonés–.
–Claro –contestó Yuki–.
Yuki no podía hablar francés, pero le gustaba cómo sonaba.
Se metía suavemente en sus oídos, como si fuera una amable canción.
Pero lo triste es que no conozco un lugar tan hermoso.
¿Dónde habrá un lugar así en el mundo? No puedo creerlo.
* Es un sitio hermoso.
awww te amo(?) por subirlo. En serio que lo esperaba ya que LJ tengo pero casi no lo uso, y es una buena oportunidad leerlo aquí en el bog y creo que te enviaré una solicitud a ver si me aceptas 8'D. En fin ¡GRACIAS! ahorita mismo guardaré este capítulo. Por cierto en la novela ¿cuántos capítulos hay?.
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Perdona por haber tardado en contestar, la verdad es que he estado liadísima estas semanas.
EliminarPues espero que te guste. Tengo más por ahí en un borrador, así que a ver si lo voy subiendo a LJ y luego aquí cuando toque. Si envías algo a LJ avísame, porque si tienes posts en tu journal no hay problema, pero hay muchos bots de spam en LJ que no tienen posts en su journal, así que para evitar spam y otros problemas, intentamos comprobar que sean personas primero.
No recuerdo cuántos capítulos tenía la novela, y en el portátil solo tengo 5, pero creo que el libro tenía más. Yo recuerdo que es un tomo de bolsillo bastante más grueso de lo normal.
Por ahí los había encontrado en inglés, pero hasta el 3, aún asÍ prefiero leerlo en español. porque entonces se me olvida la trama cada que lo leo en otro. x'D
EliminarY seguiré esperandoo! ¡Saludos!
Ah, ¿sí? Ahora que lo dices, creo recordar que alguien empezó a compartirlos en tumblr, pero solo llegué a ver un cacho del principio, no sé si será el mismo...
EliminarBueno, a ver si subo más pronto entonces, que tendrás ganas de ver el resto :)
Gracias x la novela de Tsuritama!!!!! empezare a leerla!!!!!!
ResponderEliminar¡Gracias a ti por leer y comentar!
EliminarViendo que hay gente interesada, me animaré a subir algo más :)